«Muchos cuidadores sienten vergüenza cuando tienen que pedirles a otras personas o profesionales que le ayuden a cuidar al paciente con demencia. Esto sucede porque temen que otras personas piensen que no están prestando la atención adecuada al paciente. Muchas veces piensan que le han fallado al paciente. Esto no es necesariamente cierto, ya que muchas veces la razón por la cual los cuidadores necesitan delegar responsabilidades de cuidado a otras personas es porque las demandas de cuidado que la enfermedad impone así lo requieren. Por ejemplo, si el paciente ya no puede caminar, es muy probable que el cuidador requiera que personal especializado venga a la casa a prestar servicios médicos que el cuidador no está preparado para impartir. Otra posibilidad es que el paciente tenga que ser recluido en una instalación de cuidado especializado. Estas situaciones ocurren a diario en las vidas de pacientes con demencia y no son un reflejo de abandono por parte del cuidador. Es parte del curso "natural" de la enfermedad.»
Tomado de: Cuidatecuidador
Todos sabemos que aún prevalece la idea de que llevar un familiar a un hogar especializado es abandonarlo. Muchos cuidadores tienen problemas de culpabilidad. La verdad es que no hay razón para ello. Devemos partir del principio de que nuestro familiar merece lo mejor y que debemos darle lo que necesita. Y hay momentos en que buscar ayuda especializada es la actitud correcta. Cuando un familiar se fractura una pierna o sufre un ataque cardíaco, lo llevamos al hospital. Nadie critica eso y nadie se siente culpable. ¿Por qué no pensamos y hacemos lo mismo con relación a un familiar con alzheimer? Está enfermo y debemos proporcioarle la ayuda necesaria y más conveniente para su estado.
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